¿EL PSICOANÁLISIS ES PARA TODOS?

¿EL PSICOANÁLISIS ES PARA TODOS?

Cuando queremos responder a este primer interrogante nos encontramos ante varios caminos que se bifurcan en forma de nuevas preguntas:

  • ¿El psicoanálisis es una terapia universal?
  • ¿Cómo fue en sus orígenes?
  • ¿Quiénes pueden beneficiarse del tratamiento psicoanalítico?
  • ¿Qué decían Freud, Lacan y sus continuadores?

Partimos de tres premisas:

  1. Tiene que haber alguien que sufre y que demanda consultar para aliviar ese malestar.
  2. El psicoanálisis es una experiencia del inconsciente, de las marcas singulares que nos deja la vida y que nos constituyen en formas singulares de funcionar o, mejor dicho, de no funcionar.
  3. Se trabaja con el lenguaje, “La palabra es abismo. Es al mismo tiempo herramienta y conflicto. Comunicación y malentendido. Verdad y mentira. Habitamos en la confusión. Y en ella debemos construir nuestra subjetividad”. (Gabriel Rolón, psicoanalista) (Si quieres saber más, te invito a visitar mi consulta de psicoanálisis en Barcelona)

Freud

Estableció ciertas contraindicaciones para el tratamiento psicoanalítico: «La naturaleza del método psicoanalítico supone indicaciones y contraindicaciones, tanto con relación a las personas que deben ser tratadas cuanto al cuadro patológico. Los más favorables para el psicoanálisis son los casos crónicos de psiconeurosis con escasos síntomas violentos o peligrosos; sobre todo, las diversas variedades de la neurosis obsesiva (…) y casos de histeria en que las fobias y las abulias desempeñan el papel principal que presente el posible paciente”. (Freud, Obras completas VII, p. 241)

Las limitaciones

  • El paciente debe ser capaz de estar en un “estado psíquico normal; en épocas de confusión o depresión melancólica no se consigue nada”. (ídem, p. 241)
  • Cierto grado de “inteligencia natural y de desarrollo ético” (p. 241) Además, El psicoanálisis se sustenta en una ética: la del deseo singular de cada persona, lo que es un territorio distinto del de las normas sociales, de los ideales, de la educación o de la moral, de la subjetividad de la época.
  • “Las malformaciones acusadas del carácter, los rasgos de una constitución realmente degenerativa se exteriorizan en la cura como resistencias que son muy difíciles de romper” (p. 241).
  • “La edad avanzada del paciente”, Freud se refiere a rondar ya el “quinto decenio”, por la menor plasticidad psíquica.
  • Los casos de psicosis: por la dificultad en establecer transferencia (véase lo que aportó Lacan en cuanto al tratamiento de la psicosis)

Freud afirmaba que era necesario que el posible paciente fuera capaz de establecer transferencia con su médico, que hubiera en él cierto nivel de sufrimiento psíquico, que pudiera asociar libre y mentalmente ágil.

Para que el tratamiento fuera eficaz exigía plazos largos, de medio año a tres años, especialmente para casos graves; en casos de menor gravedad la duración del tratamiento podría acortarse mucho y sería de gran provecho para la futura vida del paciente.

  • El psicoanálisis es un modo/práctica muy eficaz de tratar la angustia y los síntomas de todo tipo.
  • Se sostiene en un trabajo orientado a la ganancia de libertad, de poder separarse de aquello en lo que uno está “sujeto” (normas sociales, oráculos familiares…) y que, sin saberlo, le impide disfrutar de la vida y desplegar sus potencialidades.

Lacan

Lacan amplió significativamente la aplicabilidad del psicoanálisis: ahondó en la estructura psicótica (ya sabemos que Lacan provenía de la psiquiatría); creó nuevos modos de intervención, conceptos nuevos como “sujeto supuesto saber”, y la aportación del tiempo lógico versus el cronológico.

Lacan abre el psicoanálisis al tratamiento de la psicosis, de los niños, a poder estar presente en las instituciones, y a la utilización de sus conceptos para ser aplicados al análisis de los fenómenos culturales, sociales y artísticos.

Sus continuadores lo expandieron aún más con la creación de terapias más breves, trabajos institucionales y dispositivos grupales.

Además, actualmente el psicoanálisis también trata los autismos, e interviene en casos de crisis, adicciones, etc.

Condiciones necesarias actuales para comenzar un análisis

Que haya demanda de análisis, o que la persona que venga al consultorio pueda preguntarse por la causa de su sufrimiento o malestar.

– Que sea mínimamente capaz de simbolizar (en estados graves de confusión o deterioro cognitivo no es posible el tratamiento).

– Que pueda establecer vínculo transferencial.

– Que se comprometa con el proceso.

– La mayoría de los psicoanalistas ponen como condición acudir como mínimo una vez a la semana, en caso contrario no aceptan al paciente en tratamiento.

El psicoanálisis se ha adaptado a diversos ámbitos:

– Instituciones públicas (hospitales y escuelas)

– Espacios comunitarios y grupales (grupos de duelo, maltrato a mujeres, grupos con adicciones)

Sería interesante detenernos en lo que no es un psicoanálisis: 

  • A diferencia de otros métodos de trabajo, el psicoanálisis es una práctica que está abierta a todo el mundo que se pregunte y quiera saber sobre aquello que lo hace sufrir.
  • Por lo tanto, no es un entrenamiento (lo que hoy suele denominarse con el anglicismo coaching) que nos indica cómo tenemos que funcionar y cómo no.
  • En cada caso, la cura a seguir será distinta e irá en función de la singularidad de cada paciente, de cada sujeto que consulta. Motivo por el cual no hay dos psicoanálisis iguales. 
  • No hay “un manual de buenas prácticas”, porque se trabaja con el “caso por caso”.
  • Un psicoanálisis no es una experiencia intelectual, un «conócete a ti mismo».
  • No es tanto comprender como decir la palabra justa que nombra algo que se repite.
  • Tampoco es propiamente una terapia: el discurso psicoanalítico es el único que parte de la idea de que en el ser humano hay algo que no se cura, eso que el lenguaje y la educación no alcanzan a decir, a tocar, a remediar, a sanar del todo: lo que llamamos “el síntoma”. Por el contrario, el resto de las terapias hablan de una cura total.
  • El psicoanálisis no se basa en respuestas del analista a las preguntas del sujeto que consulta. El saber es del paciente y lo va descubriendo en terapia ayudado por su analista.
  • El psicoanálisis no toma el síntoma como un problema, sino que lo toma como una baliza, una señal que también puede señalar parte de la solución. Lacan enseña que el síntoma no es una disfunción, sino que es más bien una forma de funcionamiento, una defensa.
  • No es un tratamiento interminable: es un tratamiento que transcurre al ritmo del analizante (no somos máquinas que trabajan con tiempos preestablecidos; cada uno tiene su ritmo, su tiempo); es complejo, laborioso, tortuoso, pero también puede centrarse en un tramo corto de trabajo, que puede ayudar a encontrar soluciones para salir de un momento angosto y angustiante de la vida.
  • No es una práctica exclusiva de personas adineradas,aunque lo fue en sus inicios (la gran mayoría de los pacientes de Freud eran aristócratas). Cada uno de nosotros decidimos en qué queremos invertir: gimnasio, gadgets tecnológicos, ocio… El psicoanálisis es más bien una inversión en la salud mental, una cita con nosotros mismos. Para solventar el escollo económico la mayoría de los analista adaptan sus tarifas y se practica también en centros comunitarios, se adapta también a los tiempos y la cultura donde se ejerce. En nuestros consultorios de Acto (Vía Augusta, 130, 1º 2 https://www.actobarcelona.com/ tel. 647097523) atendemos según estas premisas.
  • Por otra parte, el acceso al psicoanálisis puede estar afectado por impedimentos culturales, geográficos y lingüísticos.

Para concluir

Como vemos, el psicoanálisis contemporáneo ha evolucionado mucho desde que Freud lo creó y empezó a aplicarlo. Si bien nada es la panacea, sus aplicaciones son mucho más amplias que en 1900.

La pregunta: ¿el psicoanálisis es para todos? podría mejor pensarse como: ¿qué modalidad de trabajo psicoanalítico es adecuada para cada sujeto? Y con ello recordamos que una de las características más importantes, genuinas y originales de esta praxis es que su aplicación se centra en el caso por caso, y no en la concepción del sujeto como un objeto al que pulsar la tecla adecuada para su adecuado funcionamiento. (Si quieres saber más, te invito a visitar mi consulta de psicoanálisis en Barcelona)

Es una práctica dúctil que puede adaptarse y modificarse para responder a diferentes demandas y subjetividades siempre que se mantengan sus principios fundamentales de trabajo con el inconsciente y la transferencia.

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